El bus, totalmente eléctrico y con cero emisiones, se probará en diferentes líneas del Baix Llobregat y l’Hospitalet para comprobar su idoneidad para prestar servicios en los trayectos metropolitanos
Antoni Poveda, vicepresidente de Transporte y Movilidad del Área Metropolitana de Barcelona (AMB), ha presentado hoy un modelo de autobús eléctrico que funcionará durante las próximas semanas en diferentes líneas del ámbito de actuación del área metropolitana. Es una primera prueba para la futura implantación de este tipo de vehículos en la red de autobuses metropolitanos. La empresa Baixbus, (que opera líneas de l’Hospitalet, Baix Llobregat y del bus nocturno) es la encargada de poner en servicio el nuevo bus eléctrico en diferentes líneas –inicialmente, L46, L52 y L96– con el objetivo de verificar su idoneidad para prestar servicio en trayectos urbanos y suburbano de la red del AMB.
El autobús que circulará en pruebas es del modelo i2e de la marca basca Irízar, empresa con más de 125 años de experiencia en la construcción de autocares y que ahora apuesta por la construcción de vehículos integrados y ecológicos. Se trata de un autobús urbano de piso bajo integral con tres puertas y dimensiones estándar: tiene una longitud de 12 metros y una anchura de 2,55 m. Dispone de un total de 24 asientos, con una capacidad total para 70 viajeros, así como dos espacios para sillas de ruedas.
Su singularidad deriva del hecho de tener propulsión íntegramente eléctrica de no generar ninguna emisión contaminante mientras circula. La energía eléctrica se acumula en un conjunto de baterías de sodio-níquel con una tensión nominal de 600-650 V y una capacidad total de 376 Kwh. Éstas se pueden recargar en cochera en un máximo de 5 horas.
También dispone de un grupo de supercondensadores destinados a facilitar la aceleración del vehículo después de una parada sin provocar descargas importantes en las baterías a causa de las puntas de potencia requeridas en estos casos. El motor eléctrico de tracción tiene una potencia de 180 Kw. y la carrocería es totalmente autoportante, con una estructura lateral y superior de aluminio. Su autonomía está estimada en un total de 14 horas.